Lucía dejó el mundo de la mercadotecnia para seguir su pasión por la cocina. Tras vivir una década en España, se inspiró en el auge gastronómico y abrió Sobremesa en CDMX. Su estilo se enfoca en platillos para compartir, fusionando sabores y técnicas, con una devoción especial por la panadería artesanal.